El agua en el arte, más que un recurso es una fuente de poder

Raquel Porras Gutiérrez, gerente de proyectos en la Fundación One Drop, ha acompañado procesos en Guatemala, México y Nicaragua. Nos cuenta cómo, tras experimentar las particularidades que aportan la cultura, capacidades y necesidades de cada comunidad, es hoy una abanderada del arte social como generador de cambio y empoderamiento.     

Según su experiencia, ¿cómo se relacionan el arte y la cultura con el agua, en general, y con el acceso a agua, saneamiento e higiene (ASH), en particular?

Gracias a la experiencia de participar en varios de los proyectos de Lazos de Agua y por el trabajo con las comunidades –conociendo y aprendiendo sobre su contexto, cultura y creencias–, he visto cómo las personas relacionan al agua en sus diferentes expresiones artísticas. La representan como una deidad, una fuente importante de poder o un ser extraordinario y mitológico.

Veo la relación del arte con el acceso a ASH a través de la implementación de proyectos bajo un modelo sistémico que incluya un componente de cambio de comportamiento, como lo hacemos en la Fundación One Drop.

Al integrar los componentes del modelo –Acceso, Cambio de Comportamiento y Capital– y facilitar un entorno favorable para que se desarrollen los procesos de Arte Social para el Cambio de Comportamiento (SABC) se crean las condiciones para que las comunidades se empoderen. Se generan espacios de reflexión y las personas se movilizan hacia la práctica de comportamientos saludables de ASH y proponen soluciones a su problemática.


Según uno de los más recientes reportes del Programa conjunto de monitoreo OMS/UNICEF, “Cinco años después de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el mundo no va en camino de cumplir las metas 6.1 y 6.2Los países menos adelantados son los que tienen más camino por recorrer y será especialmente difícil acelerar los progresos en contextos frágiles. Muchos otros países tienen problemas para ampliar los servicios a las zonas rurales y a las poblaciones pobres y vulnerables que corren más riesgo de quedarse atrás”. 


¿Cómo utilizaría el enfoque SABC, de la Fundación One Drop, para contribuir al alcance del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6?

Es difícil obtener resultados diferentes si hacemos siempre las mismas cosas. Es aquí donde la propuesta de un modelo sistémico, como el A·B·C para la SostenibilidadTM y el enfoque SABC dentro de este, pone sobre la mesa alternativas innovadoras para avanzar hacia el cumplimiento de las metas del ODS 6.

El modelo coloca al ser humano en el centro de las intervenciones para que sea el gestor de sus propias soluciones y de su desarrollo. El SABC favorece este proceso al empoderar a las personas y las comunidades, inspirándolas, activándolas y movilizándolas hacia el ejercicio continuo de comportamientos clave relacionados con agua, saneamiento e higiene.


¿Qué actores de los proyectos ASH deberían participar en procesos artísticos? ¿Por qué?

Autoridades de gobiernos (tomadores de decisión) y locales (municipios, incluyendo técnicos), estructuras organizativas comunitarias (comités de agua), líderes comunitarios, maestros, personal de salud, proveedores de bienes y servicios, empresa privada, proveedores de servicios crediticios, y la comunidad en general.

La participación de todos es fundamental porque, de una u otra forma, todos somos parte del problema y hay que trabajar juntos para proponer e implementar soluciones. Es ahí donde los procesos artísticos juegan un papel fundamental, inspirando, activando y movilizando a esta diversidad de actores a reflexionar sobre sus problemáticas y proponer soluciones, más allá de la infraestructura.


Antes de que se creara el curso gratuito en línea “Arte Social para el Cambio de Comportamiento: introducción”, usted ya había experimentado el SABC. ¿Qué aportó el curso a sus conocimientos sobre el enfoque?

Antes de tomar el curso, tuve la oportunidad de aprender mucho de la experta de SABC para el Programa Lazos de Agua, Isabelle Viens. Su paciencia, persistencia y transferencia de conocimientos han hecho la diferencia para comprender el enfoque SABC. A esto se suma la rica experiencia de participar en procesos de diseño de estas intervenciones y ver su implementación en campo, en los proyectos de Lazos de Agua. Ha sido un proceso de aprendizaje completo y enriquecedor.

El curso me permitió refrescar detalles y precisar conceptos. Para mí, representa una caja de herramientas o de consulta sobre lo que significa el enfoque y cómo aplicarlo. ¡Algo muy valioso!

Ahora que está disponible en varios idiomas, le recomiendo este curso a todos los actores que trabajan en el sector ASH (ONG, gobiernos, etc.), particularmente a técnicos (ingenieros) y a aquellos que implementan procesos de capacitación tradicionales, así como a artistas locales.


¿Qué parte del curso le gustó más y qué le hizo comprender?

Me llamó la atención la variedad de recursos que el curso integra y pone a disposición de quien lo realiza. Aporta un valor agregado para que actores del sector lo consideren en la ideación y diseño de proyectos. Inspira a integrar propuestas innovadoras para empoderar y movilizar a las comunidades a ser gestores de su propio cambio.


Conozca los fundamentos del enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento de la Fundación One Drop con un nuevo curso en línea, y descubra cómo el arte puede cambiar vidas.


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