Empoderando comunidades para la sostenibilidad de programas en el sector del agua y el saneamiento

noviembre 18, 2022

Estudio de Caso

Resumen Ejecutivo

Solución
El Programa Lazos de Agua logró consolidar a lo largo de su ejecución (2016-2022) en 5 países latinoamericanos, diversas metodologías como parte del Modelo A·B·C para la Sostenibilidad™ y el Enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento™ (SABC por sus siglas en inglés), ambos de la Fundación One Drop™, para mejorar el acceso a ASH de manera sostenible y aportar al alcance de los ODS.
Para ello, el Programa diseñó e implementó soluciones, con la sostenibilidad como eje, con la participación de las comunidades y demás actores locales (públicos y privados) en cada país. Esto, gracias a una instalación de capacidades y a la transferencia de conocimientos y habilidades técnicas y humanas, para que los usuarios de los sistemas implementados puedan administrarlos, mantenerlos y escalarlos de acuerdo a sus condiciones y necesidades específicas.


Resultados
Mediante el Modelo A·B·C para la Sostenibilidad y el Enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento, el Programa logró fortalecer las capacidades de líderes de cambio, de Comités de Agua, y del mercado local de ASH en su área de intervención.


Problema
La sostenibilidad de los programas de Agua, Saneamiento e Higiene (ASH), en un mundo donde 1 de cada 3 personas no tiene acceso a agua potable y más del 50% de las personas no tiene acceso a servicios seguros de saneamiento, es un desafío de enormes proporciones. Más del 80% de las aguas residuales resultantes de actividades humanas se vierten en los ríos o el mar sin ningún tratamiento y, cada día, alrededor de 1000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene y aguas contaminadas1. A pesar de ser una región que cuenta con una alta disponibilidad per cápita de agua dulce, 7 de cada 10 personas en América Latina no tienen acceso a los servicios básicos de agua segura2 y según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al menos 15 millones de personas continúan con la práctica de la defecación al aire libre3 en la región. La realidad de estas comunidades, requiere pensar la sostenibilidad desde diferentes frentes para consolidar nuevas metodologías y programas que logren la continuidad de las soluciones, una vez finalizadas las intervenciones. Si no se desarrollan nuevas formas para enfrentar el desafío del acceso a ASH, se contribuye a perpetuar las brechas de acceso actuales y al despilfarro de fondos nacionales e internacionales con el potencial de ayudar, de manera integral y sistémica, al mejoramiento de la calidad de vida de millones de personas en latinoamérica y el resto del mundo.

Introducción

Desde el año 2015 hasta su cierre a finales de 2022, el Programa Lazos de Agua, desarrolló sus implementaciones en América Latina, a través del  Modelo A·B·C para la Sostenibilidad y el Enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento (SABC por sus siglas en inglés), ambos de la Fundación One Drop. Sus proyectos estuvieron enmarcados en la construcción de espacios multisectoriales, multidisciplinarios e intergeneracionales para encontrar los eslabones vitales, de acuerdo a las dinámicas y contextos particulares de cada comunidad, promoviendo la sostenibilidad de las soluciones de acceso a ASH.

El Programa mantuvo una interacción constante entre las comunidades, equipos de trabajo, aliados nacionales e internacionales, socios de ejecución y demás actores de ASH locales, logrando consolidarse como un laboratorio para la sostenibilidad gracias al SABC y sus actividades de Arte Social. Con la apertura al diálogo y a la reflexión desde diversos puntos de vista, el arte permitió derribar barreras y evocar emociones para conectar los participantes y cocrear gracias al poder de la inteligencia colectiva.

Los pilares fundamentales para la sostenibilidad, que fueron identificados a lo largo del programa, pueden integrarse alrededor del concepto de Capacidad Instalada. Desde las infraestructuras físicas hasta las herramientas artísticas, la transferencia multidireccional de conocimientos se descubre como la mayor apuesta para empoderar y fortalecer los diversos actores y elementos activos de un sistema de ASH para mejorar la vida de las comunidades de manera sostenible.

Para una transferencia integral de herramientas hacia las comunidades y actores, el Programa se apoya en los 3 componentes del Modelo A·B·C. El componente A (de Acceso) consiste en el mejoramiento del acceso a servicios de ASH a través de la instalación o rehabilitación de infraestructuras, así como la instalación y transferencia de capacidades y habilidades (técnicas y administrativas), para el fortalecimiento de los operadores, organizaciones comunitarias u otras instituciones involucradas en la prestación de servicios de ASH.

El componente B (de Cambio de Comportamiento) se desarrolla a través del enfoque SABC y que fomenta la adopción de comportamientos clave en torno a ASH, a través de la instalación y transferencia de capacidades y habilidades (humanas) para propiciar la adopción de prácticas sanas y sostenibles relacionadas con ASH. Esto se logra a través de diversas actividades de arte social, con elementos propios de las culturas locales, que generan un impacto en las esferas individual, interpersonal y comunitaria a otro nivel. Durante este proceso se capacita también a los Líderes de Cambio, para que puedan continuar la inspiración, activación y sostenimiento de los comportamientos deseados y contribuyan al sostenimiento de sus prácticas.

Y finalmente, el componente C (de Capital) consiste en el fortalecimiento de la cadena de valor local del sector de ASH, a través de soluciones adaptadas al contexto socioeconómico de las comunidades, y del acompañamiento a emprendimientos locales y micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Por medio de este componente, se realiza la instalación y transferencia de capacidades técnicas, administrativas y humanas para fortalecer el mercado local y construir alianzas claves entre los actores de la cadena de valor.  Se crean y amplían capacidades económicas, de emprendimiento, de mercadeo y de trabajo colectivo.

Antecedentes (situación inicial)

El acceso al agua potable y al saneamiento es un derecho humano. Pero en este momento, 780 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable y 2.500 millones de personas no pueden acceder a los servicios de saneamiento que necesitan.5 Los déficits en cuanto a cobertura y calidad de los servicios tienden a concentrarse en los grupos de bajos ingresos, grupos vulnerables y poblaciones rurales. En latinoamérica, el 17% de las personas no cuentan con acceso de agua por redes de abastecimiento, el 23% carece de un servicio continuo de agua las 24 horas del día, el 28% no cuenta con redes de alcantarillado para el manejo de las excretas, el 30% no cuentan con servicios higiénicos operativos, el 37% no cuentan con insumos para el lavado de manos (agua y jabón)6.  En muchos países, niños, niñas y mujeres son quienes se encargan de transportar el agua para toda la familia, una situación que les expone a muchos peligros en materia de seguridad y vulnerabilidad.

En contraste, no son pocas las experiencias llevadas a cabo para suplir estas carencias, pero los resultados siguen batallando al consolidar la sostenibilidad de sus intervenciones. En muchos casos, los programas se centran en la instalación de infraestructuras que no son transferidas correctamente a las comunidades. Esto lleva a un desconocimiento de las acciones o herramientas para superar daños o complicaciones en los sistemas, ya que no hay quien asuma los costos, ni se reconocen los roles y responsabilidades de los involucrados. Con la finalización de las intervenciones, los actores locales no cuentan con mecanismos de mitigación de conflictos o gestión de las soluciones, que contribuyan al mantenimiento de los recursos invertidos. Según el Banco Mundial7, su cartera actual de inversiones relacionadas con el agua suma casi 30.000 millones de dólares, es decir que las cifras globales son de gran proporción. Una validación de los modelos de intervención y las soluciones es fundamental para la correcta disposición de los recursos, manteniendo siempre el bienestar de las comunidades en el centro de las implementaciones. 

 La amenaza más común a la sostenibilidad, se presenta entonces, debido a la falta de integración de las comunidades durante los procesos y estrategias adoptadas, ya que son ellas quienes deberán administrar las soluciones. El Modelo A·B·C, basado en la teoría del comportamiento, que demuestran el poder de las emociones sobre la razón y las acciones, le apuesta al cambio sostenible haciendo uso de herramientas de arte social y la instalación de capacidades a todo nivel que buscan la sostenibilidad de sistemas y comportamientos alrededor de ASH. Gracias al modelo, se promueven buenas prácticas y acciones correctas en pro de la salud y un progreso duradero de los sistemas que respete el contexto, la cultura, la cosmovisión, las necesidades y el desarrollo sostenible de las comunidades que se apropian de las soluciones.    

Objetivos

Objetivo General

Consolidar programas e intervenciones que promueven la instalación de capacidades físicas (infraestructuras), técnicas (capacitaciones para operar y administrar sistemas) y humanas (para un empoderamiento individual y colectivo) para la apropiación y la sostenibilidad de las soluciones de acceso a ASH.


Objetivo 1

Visibilizar la importancia de la instalación de capacidades físicas (infraestructura), que sean acordes a las necesidades, desafíos y alcances de las comunidades para apostarle a la sostenibilidad.

Objetivo 2

Promover la transferencia de capacidades en habilidades duras (formaciones teórico-prácticas) en pro de fortalecer los conocimientos locales para la correcta operación y administración de los sistemas de ASH en las comunidades y apostarle a la sostenibilidad.

Objetivo 3

Demostrar la importancia de la transferencia de capacidades en habilidades blandas (herramientas para el empoderamiento individual y colectivo), para una mayor apropiación de las soluciones y apostarle a la sostenibilidad.

Planteamiento del Problema

El alto costo de las obras del sector ASH, sobre todo en áreas rurales, ha llevado a un modelo tradicional que se ha enfocado en la instalación de infraestructuras. Los programas tradicionales de ASH reconocen la importancia de los equipos físicos y tienden a dejar de lado el contexto social, económico y cultural para que las soluciones instaladas tengan verdadero sentido para las comunidades y así generar continuidad a los sistemas. Esta omisión de un mapeo profundo de los actores locales y los elementos clave de un sistema de ASH, genera enormes pérdidas de capital y promueve la desconexión con las comunidades ya que ellas no son integradas durante el diseño e implementación de las soluciones.

Es normal ver proyectos de ASH en América Latina, basados en la infraestructura, que hoy no cumplen objetivo alguno y se deterioran con el paso del tiempo. Estos proyectos que hicieron parte de agendas políticas nacionales o apoyos internacionales, terminan por convertirse en construcciones inertes que no tienen responsables.

La ausencia de diálogo y movilización hacia la participación con las comunidades para la consolidación de las soluciones, continúa abriendo la brecha de desigualdad frente al acceso a ASH. En ese proceso de diálogo es cuando los programas tienen la oportunidad de comprender los desafíos locales y generar una transferencia de conocimientos adaptados, a través de capacitaciones adecuadas para una apropiación real, individual y colectiva, que incluya a todos los actores. La omisión de priorizar el empoderamiento de las estructuras comunitarias locales acerca del uso y mantenimiento de las infraestructuras, así como el fortalecimiento de los demás actores de un ecosistema de ASH (entidades privadas, públicas, gobiernos) ha sido la mayor causa del deterioro y de un estigma de corrupción que debilita el logro de los objetivos esenciales y la sostenibilidad de los programas.

Un elemento adicional que suma a las dificultades de la sostenibilidad en programas de ASH, es la alta rotación de personal y los cambios en las estructuras públicas y gubernamentales. Esta situación disminuye también las posibilidades de una sana continuidad de mejores proyectos y políticas alrededor de ASH. 


Solución

La importancia de la sostenibilidad fue admitida globalmente, de manera oficial, con la consolidación de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Esta iniciativa internacional, se compone de 17 ODS con acciones para atacar y erradicar la pobreza para  el año 2030. Para lograr el cumplimiento de los ODS, el agua se presenta como un elemento transversal y posibilitador del desarrollo, ya que es una necesidad irremplazable para la vida de los seres humanos y los ecosistemas que habitamos.

Por ello, el Programa Lazos de Agua4, logró consolidar a lo largo de su ejecución (2016-2022) en 5 países latinoamericanos, diversas metodologías como parte del Modelo A·B·C para la Sostenibilidad y el Enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento (SABC por sus siglas en inglés), ambos de la Fundación One Drop, para mejorar el acceso a ASH de manera sostenible y aportar al alcance de los ODS.

La Agenda 2030, y los Objetivos para el Desarrollo Sostenible pueden cumplirse si todas las personas, sin importar su condición o ubicación, tienen acceso a agua, saneamiento e higiene de manera sostenible. Para ello el Programa diseñó e implementó soluciones, con la sostenibilidad como eje, con la participación de las comunidades y demás actores locales (públicos y privados) en cada país. Esto, gracias a una instalación de capacidades y a la transferencia de conocimientos y habilidades técnicas y humanas, para que los usuarios de los sistemas implementados puedan administrarlos, mantenerlos y escalarlos de acuerdo a sus condiciones y necesidades específicas.

Esta apuesta permite que las comunidades donde se realizaron las implementaciones, puedan hacer frente a las adversidades y nuevos desafíos con acciones coordinadas entre diversos sectores e individuos, para el sostenimiento de soluciones que ellos sienten propias, ya que fueron partícipes en su creación.

El agua está en el centro del desarrollo sostenible y resulta fundamental para el avance socioeconómico, el fomento de ecosistemas saludables y la supervivencia humana. El agua es vital en la reducción de enfermedades a nivel mundial y sustenta la salud, el bienestar y la productividad de las poblaciones, preservando beneficios y servicios que sólo se obtienen gracias a su existencia. Debido a esto, aunque el ODS 6 que se centra en las acciones para mejorar el acceso al agua limpia y al saneamiento, este se ubica como eslabón fundamental para la consecución del resto de los Objetivos. Una verdadera sostenibilidad de la vida y las dinámicas humanas es posible con un acceso abierto a los sistemas de agua y en las cantidades necesarias para todos.

El desarrollo sostenible se popularizó de manera explícita y contextualizada por la Comisión Brundtland en el documento “Nuestro Futuro Común” donde se define como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades” (ONU, 1987).

Teniendo en cuenta la perspectiva anterior y con ánimo de superar el problema existente, el Enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento, juega un papel vital para la creación de puentes para la interacción y apertura con las comunidades. Estas herramientas de arte social, invitan a la reflexión alrededor de las emociones, ideas y comportamientos de los individuos y grupos para movilizar hacia la creación de mejores relaciones. Es durante estos procesos de participación activa de diversos sectores, que es posible sembrar los cimientos de la sostenibilidad en programas de ASH. La apuesta para la sostenibilidad del Programa Lazos de Agua, se consolida  en un diseño colectivo, con los elementos propios de las comunidades que enfrentan los desafíos. Las personas encuentran, en el SABC, espacios para hacer escuchar sus voces y tomar consciencia de la importancia de sus comentarios y experiencias para la implementación de los sistemas. Ser partícipes de esa creación desde la inteligencia colectiva, fortalece la apropiación y toma de responsabilidad hacia futuro frente a las soluciones.

El Enfoque SABC fomenta la adopción de comportamientos clave en torno a ASH. Sus intervenciones están basadas en evidencia científica y tienen en cuenta determinantes contextuales, psicosociales y tecnológicos del comportamiento. Estas intervenciones, que comprenden procesos participativos, se inspiran en el contexto local, nutriéndose de referencias culturales y artísticas. El SABC se trabaja a través de 3 pilares que empoderan a las comunidades para que ellas mismas lideren los proyectos y contribuyan a su sostenibilidad:


Inspirar

Estas actividades se dirigen generalmente a la comunidad entera y en los primeros estados del proceso de cambio de comportamiento. Buscan informar a la comunidad para llevarla a cuestionar y generar compromiso con respecto a la adopción de comportamientos más sanos alrededor de ASH. Durante esta etapa es posible descubrir los miembros de la comunidad que podrán formarse como Líderes de Cambio.  Un ejemplo de estas actividades es el Teatro-Foro, en el que los participantes interactúan con los artistas y se lleva la comunidad a pasar de un estado pasivo a un estado activo y participativo.

Activar

Estas actividades se enfocan en lograr que las comunidades, así como los líderes de cambio, adopten el comportamiento clave y puedan fortalecer sus habilidades, competencias y autoeficacia. La etapa Activar, busca también la reducción o transformación de las barreras que impiden la adopción del comportamiento deseado, y la mejora de los motivadores que promueven la adopción de dicho comportamiento. Un ejemplo de estas actividades son los talleres de títeres, de circo social, de teatro y de cuento, así como los procesos con gobiernos, docentes y proveedores de agua, entre otros.

Sostener

En esta etapa se crean herramientas de SABC de forma colaborativa, para un uso a largo plazo, que contribuyan a la continuidad de la práctica de los comportamientos deseados. Se promueven también mejores prácticas al interior de los grupos de prioridad y los Líderes de Cambio; se refuerzan las intervenciones Inspirar y Activar; se documentan los procesos, resultados y saberes emergentes sucedidos durante las intervenciones. Un ejemplo de este estadío de las actividades son los procesos de creación de cortometrajes, fotonovelas, radionovelas y videoclips.


El SABC se construye con elementos culturales propios de las comunidades

La adaptación del SABC a las condiciones locales es vital para una correcta instalación de capacidades a todo nivel, y esto se da gracias a una metodología que reconoce las comunidades de manera sistémica y permite la construcción de puentes para la interacción entre actores muy distintos. Gracias al respeto de lo local, se pueden abandonar las miradas colonialistas que llegan con “la solución perfecta” a desafíos que no son comprendidos ni analizados de manera integral. En comunidades rurales, es común encontrar cosmovisiones de culturas indígenas, como es el caso de México y Guatemala, donde las intervenciones de SABS permitieron descubrir la relación que las comunidades tienen con el agua, no solo desde el acceso a ASH, sino la interacción que se construye en niveles más internos o espirituales. Es así, desde una mirada que busca considerar la mayoría de elementos para la cocreación respetuosa con las comunidades, que el Programa logra una apropiación de soluciones que ya no son propias de la intervención, sino de las comunidades misma. Este efecto, propio de los espacios facilitados por el arte social, es el que consigue una movilización colectiva y un pilar para la sostenibilidad.

Un ejemplo de gran trascendencia que se desarrolló durante la implementación del Programa Lazos de Agua, fue el caso del Proyecto Quiché en Guatemala. En Quiché, el Programa desarrolló todas las actividades de SABC, así como las herramientas para la continuidad de las soluciones, en la lengua local (Maya) y esto permitió la participación activa de 81.343 personas en intervenciones SABC y más de 400 jóvenes formados como Líderes de Cambio. El SABC interactúa también con los demás componentes del Modelo A·B·C para la Sostenibilidad y permite estimular la instalación de capacidades técnicas y saberes prácticos. En Quiché, 11.800 personas instalaron sistemas de saneamiento comunitarios o familiares, nuevos o mejorados y 314 miembros de 62 comités de agua, fueron capacitados en conformación, administración, gestión financiera y gobernabilidad, impactando la calidad de vida y la sostenibilidad de los proyectos. Esta plataforma para la apropiación, que respeta los tiempos y dinámicas propias de cada comunidad, permitió la adopción de saberes y conceptos relacionados a la infraestructura, cambios de comportamiento y dinámicas de mercado de ASH.

“Me siento en familia con mis compañeros del comité [de agua]; hay respeto y apoyo. Desde pequeña deseaba formar parte de algún grupo similar. El primer trabajo que realicé al formar parte del comité fue encargarme del zanjeo de la línea de conducción”. Lidia Lucas, mujer de la comunidad y miembro del comité de agua en el Programa Quiché en Guatemala.

 La cohesión entre los diferentes actores para lograr mejores soluciones, adaptadas a la realidad de las comunidades, es base de la innovación social que promueve Lazos de Agua. El Programa asume estas alianzas como un eje estratégico de la gestión adecuada de los recursos humanos, naturales, técnicos y de infraestructura, que dependen de una retroalimentación constante para la durabilidad,  mantenimiento y crecimiento de los servicios. En este sentido, el mapeo de actores realizado en el proceso de diseño de las intervenciones, brinda los insumos para la construcción de espacios de diálogo e intercambio multisectorial, que es habilitado gracias al arte social. Sentar en una misma a mesa a las comunidades con representantes del gobierno o de empresas privadas, requiere la eliminación de barreras típicas que existen entre los diferentes sectores, debido a su condición y papel en el ecosistema local. Es por esto, que las actividades de arte representan la oportunidad para ver los desafíos desde diferentes puntos de vista y buscar una mejor comprensión de las necesidades y oportunidades que cada actor local enfrenta.

Por medio del SABC el Programa logra consolidar soluciones, con la participación activa de las comunidades y demás actores locales, que están estrechamente adaptadas a la realidad local y que cuentan con la integración de los elementos necesarios para su funcionamiento y expansión a lo largo del tiempo. Esto, gracias a una transferencia de conocimiento y fortalecimiento de capacidades a todo nivel para cada uno de esos actores.

Una de las mayores apuestas para la sostenibilidad de las soluciones, es la instalación de capacidades en habilidades blandas a los  Agentes o Líderes de Cambio al interior de cada comunidad. Estas personas, mujeres y hombres de todas las edades, deciden asumir un liderazgo activo en los procesos, para trascender su espacio personal y buscar la promoción y fortalecimiento de las capacidades locales en el presente y hacia el futuro. Los líderes de Cambio, son formados con herramientas para el empoderamiento individual y colectivo, que les permiten facilitar el diálogo y promover espacios de reflexión alrededor de ASH. Así mismo, tienen la capacidad de realizar la transmisión de saberes, haciendo uso de las herramientas de arte social cocreadas durante las intervenciones de SABC. Estos elementos artísticos permiten, además de la apropiación inicial de las soluciones, continuar generando nuevos espacios y dinámicas de interacción entre la comunidad para mejoramiento continuo de las capacidades instaladas.

Otras estructuras clave que se fortalecieron durante las intervenciones con el Modelo A·B·C para la Sostenibilidad y las actividades de SABC, en el marco del Programa, son los Comités de Agua Potable y Saneamiento (CAPS) locales. Estas pequeñas organizaciones comunitarias, sin fines de lucro e integrados por personas naturales electas democráticamente por la comunidad, crean las condiciones necesarias para garantizar el acceso al agua potable y el saneamiento a la población en general, con la finalidad de ejecutar acciones que contribuyen a la Gestión Integrada del Recurso Hídrico (GIRH). El Programa no solo ayudó al fortalecimiento de CAPS en el desarrollo de las intervenciones, sino que también facilitó la creación de los mismos en comunidades que no contaban con la presencia de este organismo local. La creación de los CAPS es el resultado concreto de comunidades dispuestas a fortalecerse desde su base participativa, gracias a la adquisición de nuevas habilidades y capacidades que les permiten reconocer sus responsabilidades frente a los sistemas, pero que también les brinda los saberes y experiencias técnicas y administrativas necesarias para el mantenimiento de las soluciones.

Los CAPS y sus integrantes, reciben también las herramientas para continuar y fortalecer las relaciones creadas con otros actores del ecosistema de ASH, como es el caso de las microfinancieras y los proveedores de servicios de ASH cercanos a la comunidad. Las capacidades instaladas en estos organismos, representan un paso fundamental para la apuesta a la sostenibilidad del Programa, ya que los CAPS, integrados por los mismos miembros de la comunidad, han reconocido su papel y rol clave para el bienestar de toda la comunidad alrededor de su acceso a ASH. Este proceso de toma de responsabilidades, se apoya en una la apertura de la metodología utilizada por el Programa que permite integrar a las comunidades desde el diseño de los proyectos. Esta dinámica de trabajo conjunta alrededor de los desafíos locales para el descubrimiento de las mejores soluciones, permite la transferencia de capacidades analíticas y creativas necesarias hacia el futuro. Cuando las comunidades deban enfrentarse a desafíos no contemplados durante la implementación del Programa, tendrán las herramientas para avanzar con independencia y cimentar la sostenibilidad.

Resultados, Logros & Impacto

  • A su cierre en noviembre de 2022 en América Latina, el Programa Lazos de Agua superó sus objetivos propuestos. Se crearon y fortalecieron 311 Comités de Agua (de una meta total de 293), 65 instituciones de ASH fueron apoyadas, se entregaron 2.181 microcréditos y apoyos directos a Mipymes (de una meta total de 1.498).
  • Con más de 225.000 participantes en intervenciones de SABC, el Programa logró formar y fortalecer a más de 4000 líderes de Cambio (2861 mujeres y 1218 hombres) durante las actividades. Con las herramientas de SABC cocreadas, ellas y ellos ya han realizado de manera autónoma más de 1300 réplicas con más de 29.000 personas en sus comunidades. ¡Esta cifra sigue aumentando!
  • En los 5 países de intervención, el Programa y los actores locales lograron la construcción o mejora de más de 700 sistemas comunitarios de agua potable en zonas rurales, así como más de 700 sistemas de saneamiento, que mejoran el acceso a ASH por parte de más de 212.000 personas en América Latina.
  • Se logró la cocreación de cientos de piezas de arte social, con los elementos socioculturales propios de cada comunidad, para continuar la reflexión, movilización y sostenimiento de los comportamientos clave trabajados por el Programa. 
  • Se realizó la entrega de más de 2100 Microcréditos y apoyos directos a Mipymes en torno a ASH para promover el fortalecimiento de un mercado saludable. 
  • Se realizaron alianzas con gobiernos locales que permitieron la adopción de las innovadoras metodologías del Programa, apoyadas en el arte social, para continuar su trabajo para el mejoramiento de los sistemas de ASH, en todo el territorio nacional. (SENASA en Paraguay y CEAG en México).

Lecciones Aprendidas 

Concebir los programas de acceso a ASH con un enfoque sistémico, permite entender que las intervenciones permiten facilitar entornos favorables para desarrollar soluciones desde, con y para los actores locales. Un programa que llega a implementar “soluciones predeterminadas” está dejando por fuera del diseño los elementos fundamentales para la sostenibilidad: el contexto local y sus comunidades.

El mapeo de actores profundo en el proceso de diseño, permite identificar los diferentes elementos para una mayor cohesión de las soluciones. Esta claridad permite construir un tejido de relaciones y alianzas con la capacidad de sentar las bases y actividades para el desarrollo de mercados de ASH y la sostenibilidad de las soluciones.

Los programas de desarrollo social integrales, deben reconocerse como facilitadores y participantes que se nutren del proceso. Ubicarse de manera horizontal con las comunidades y actores locales, abre la puerta a romper paradigmas y descubrir nuevas formas de enfrentar los desafíos. La soluciones sostenibles no se crean desde un frente o un sector, se cocrean integrado actores y haciendo uso de la inteligencia colectiva. 

Cada zona de intervención presenta sus propias condiciones y desafíos. Los programas de desarrollo social deben llegar a nuevas intervenciones fortalecidos con las experiencias anteriores, pero abiertos y humildes para seguir aprendiendo con cada nueva comunidad.

Para diciembre de 2022, el Programa Lazos de Agua habrá facilitado el acceso sostenible a servicios de agua y/o saneamiento e higiene y fomentado el cambio de comportamiento a través de intervenciones de arte social para más de 200 000 personas en Colombia, Guatemala, México, Nicaragua y Paraguay.  


1. https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/water-and-sanitation/

2.https://www.cepal.org/es/enfoques/servicios-basicos-agua-potable-electricidad-como-sectores-clave-la-recuperacion

3. https://www.paho.org/es/

4. El Programa Lazos de Agua es una iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo, The Coca-Cola Foundation, Fundación FEMSA y Fundación One Drop.

5. https://www.ifrc.org/es/nuestro-trabajo/salud-y-cuidado/agua-saneamiento-e-higiene-ash#:~:text=El%20acceso%20al%20agua%20potable,servicios%20de%20saneamiento%20que%20necesitan

6. https://www.paho.org/es/temas/agua-saneamiento

7. https://www.bancomundial.org/es/topic/water/overview#2

¡Comparte en redes sociales!
>