Innovando con arte social para potenciar el cambio de comportamiento en programas de ASH

noviembre 18, 2022

Estudio de Caso

Resumen Ejecutivo

Resultados
El Programa Lazos de Agua se posiciona, a lo largo de sus 6 años de implementación, como una propuesta con fuerte innovación social para el diseño e implementación de soluciones de acceso sostenible a servicios de ASH. A su cierre, el Programa logró mejorar la vida de más 270 comunidades con acceso mejorado y sostenible a servicios de ASH, alcanzando a más de 235.000 personas en 5 países de  América Latina. Para el desarrollo de las intervenciones, fueron cocreadas cientos de piezas artísticas con las comunidades, para movilizar hacia la práctica constante y continua de comportamientos, alrededor del acceso a ASH, que permiten una mejor calidad de vida. Las comunidades, así como los demás actores de cada zona de intervención, fueron participantes activos en espacios abiertos de diálogo, donde la inteligencia colectiva permitió llegar a soluciones adaptadas a las necesidades específicas y contextuales de cada comunidad. A su cierre, el Programa dejó un sendero marcado por comunidades empoderadas donde las personas se vuelven protagonistas de su propio cambio y reconocen la importancia de sus roles para el mantenimiento de los sistemas y futuros desafíos en torno al acceso a ASH. Cientos de líderes de cambio, hombres y mujeres de todas las edades, continúan la movilización de las comunidades para el sostenimiento de las soluciones. La participación activa de los diferentes actores, permitió una mejor comprensión de los procesos sistémicos y del trabajo multisectorial. Las soluciones integraron las dinámicas más básicas que se desarrollan en los hogares alrededor de ASH, así como políticas públicas y procesos de mercado del sector financiero privado en torno al sector de ASH.

 
Datos clave sobre este Estudio de Caso

A través del Arte Social las comunidades son las protagonistas del cambio, participando desde el diseño en la cocreación de las intervenciones para una mejor calidad de vida, a través del acceso a Agua, Saneamiento y/o Higiene (ASH).

En el proceso creativo los participantes dejan de ser solo beneficiarios para convertirse en cocreadores de soluciones y resultados, facilitando una mayor apropiación del proyecto y el empoderamiento tanto de las personas como de las comunidades. 

Problema
La concepción tradicional de las intervenciones de acceso a agua, saneamiento e higiene (ASH) en el mundo y en particular en Latinoamérica, plantea un gran desafío para la sostenibilidad de los programas. En su mayoría, los planes y acciones continúan enfocados en la instalación de infraestructuras y no integran a las comunidades en la reflexión del problema y sus posibles soluciones.
 
Esta carencia de soluciones de acceso a ASH, con metodologías más integradoras y adaptadas a las realidades locales, impacta negativamente un sinnúmero de aspectos en las condiciones de vida de las comunidades y del medio ambiente. La presencia de microorganismos y sustancias químicas presentes en el agua de consumo, están relacionadas con la falta de un correcto manejo del agua y del saneamiento, que aumenta los indicadores alrededor de las muertes por diarreas, que llega a sumar cerca de 10.000 fallecimientos en niños menores de 5 años en la región anualmente.1
Sin una metodología para el diseño e implementación de proyectos que comprenda la importancia del trabajo colaborativo y que incluya a todos los actores, directa o indirectamente vinculados a los contextos de las comunidades, ningún cambio será duradero.

Solución
La metodología sistémica del Programa Lazos de Agua, que se soporta en el modelo A·B·C para la Sostenibilidad™ y en el enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento™ (SABC por sus siglas en inglés), ambos de la Fundación One Drop, se basa en el acercamiento de todos los sectores y elementos contextuales de una comunidad: gobiernos, entidades públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales y grupos comunitarios entre otros. Esta integración, motiva la reflexión sobre viejas y nuevas visiones y actitudes, abriendo espacios para cocrear, escuchar y expresarse, con innovadoras herramientas de arte social. Estas actividades contribuyen a conectar desde las emociones, para el desarrollo colectivo de soluciones con, por y para las comunidades y así fortalecer la apropiación y gestión integral de las soluciones con miras a la sostenibilidad. 

Introducción

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) sostiene que el Derecho Humano a ASH, es una labor que debe unir esfuerzos en beneficio de la región. El sector de ASH incluye actores que van desde los usuarios hasta los prestadores del servicio, ya sean públicos, privados, comunitarios, formales e informales, organizaciones no gubernamentales, donantes internacionales, Estados socios, así como organizaciones internacionales y regionales entre otros.2

Por ello, el Modelo A·B·C para la Sostenibilidad, de la Fundación One Drop, propone un ejercicio participativo para inspirar, activar y sostener comportamientos clave en torno al acceso a ASH, desde una perspectiva que busca la adaptabilidad de cada proyecto al contexto propio de cada territorio y a su población local. Esa característica favorece las buenas prácticas, hace reflexiones constantes sobre los puntos a mejorar y facilita que las lecciones aprendidas, durante los años de implementación de los programas, se potencien en el tiempo.

Trabajar en alianza con las comunidades y los demás actores de las zonas de implementación, desde el diseño mismo de los programas, define la evolución consciente de un progreso que aporta tanto a las comunidades como al cuidado de los sistemas y recursos naturales. El enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento (SABC™ por sus siglas en inglés), de la Fundación One Drop, fomenta esa participación para reconocer comportamientos clave en torno a ASH a mejorar, a movilizar hacia la práctica y a sostener en el tiempo. Creando intervenciones que aportan evidencia científica y tienen en cuenta condiciones determinantes de tipo psicosocial y tecnológico y contextual, el enfoque SABC se nutre de referencias culturales y artísticas por medio de sus procesos participativos.

“Los que estamos en el mismo comité de agua somos tres comunidades. Lo que hemos sentido es que las tres comunidades están más unidas desde esa convivencia. Antes como que cada quién por su lado, y ahorita estamos más unidos, dialogamos más. Antes la gente se presentaba en las reuniones y no opinaba. Desde entonces para acá la gente se ha abierto más, comenta, hace preguntas y eso nos gusta”.  -Participante del Proyecto Guanajuato en México.

Antecedentes 

Como creación del fundador del Cirque du Soleil, Guy Laliberté, la Fundación One Drop está impregnada de una creatividad artística ilimitada. Trabajando con el arte como herramienta para proyectos de desarrollo social, One Drop consolida en 2016 el Enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento (SABC por sus siglas en inglés), que permite generar un profundo sentido de participación, propiedad y empoderamiento por parte de las comunidades con las que se trabaja, basado en evidencia científica de la teoría del comportamiento.

El Enfoque SABC se nutre de una investigación formativa que se realiza durante la fase de diseño de los proyectos y que permite visibilizar también la telaraña entre los actores de los diferentes niveles gracias a un modelo socio-ecológico. Es ahí donde se reconocen los comportamientos a abordar alrededor de ASH, quiénes serán los grupos de prioridad, sus determinantes en relación a los comportamientos, así como los aliados que pueden jugar un papel importante en el marco del cambio. Este proceso de identificación, permite definir qué tipo de intervención SABC será desarrollada para poder alcanzar los cambios de comportamientos deseados, por medio de las actividades en las etapas de Inspirar, Activar y Sostener. En ocasiones, solo unas de estas etapas será requerida para sostener el cambio en el tiempo, como por ejemplo cuando un grupo de prioridad ya es sensible alrededor de la práctica de un comportamiento. En este caso no será necesario realizar actividades del Inspirar. 

Es muy importante realizar este proceso de identificación antes de la elaboración de la estrategia de SABC y de todo el proyecto, porque el cambio de comportamiento se consolida con la acción de todos los componentes del Modelo A·B·C y, en algunos casos, los determinantes de un comportamiento pueden estar ligados a otro componente del Modelo y no particularmente al SABC.

Inspirar

En esta etapa se establecen actividades en las que los participantes interactúan con los artistas (ejemplo: teatro/foro). Se dirigen generalmente a la comunidad entera y se realizan en los primeros estadios del proceso de cambio de comportamiento. Buscan sensibilizar para generar reflexiones alrededor de la situación de la comunidad, frente al comportamiento expuesto dentro del proceso artístico. Este paso inicial permite dirigirse hacia los primeros compromisos de las personas de la comunidad frente a la solución para el cambio en torno a ASH, que permitirá impactar positivamente la vida de la persona. Durante esta etapa es posible descubrir los miembros de la comunidad que podrán reconocerse y formarse como Líderes de Cambio.

Activar

Esta etapa es clave en el proceso del cambio de comportamiento porque es en ella donde las personas tienen un rol protagonista frente a su propio cambio. Durante este momento, el énfasis se da en movilizar a los participantes hacia el cambio, principalmente los miembros del grupo de prioridad y los aliados (líderes de cambio), a través de soluciones concretas y estrategias que llevan a la acción alrededor del comportamiento y a pensar en invitar a otras y otros a formar parte de esas acciones. Las actividades de SABC del Activar, permiten fortalecer las habilidades, competencias y autoeficacia de las personas frente a los comportamientos y sobre todo, reconocer su liderazgo y su empoderamiento para poder movilizar a otros hacia el cambio. Las actividades de arte social, propuestas durante esta fase, se fundamentan en espacios de encuentro para trabajar alrededor de la comprensión del proceso de cambio de comportamiento y del rol activo de todos los participantes. Este proceso permite también la cocreación de herramientas creativas y llamativas para escalar el impacto de las actividades en su comunidad y en otros espacios, durante las réplicas futuras. (Ejemplo: talleres de títeres, circo social, teatro y cuento, donde intervienen los procesos con gobiernos, docentes, proveedores de agua, etc).

Sostener

Debido a que los procesos de cambio de comportamiento están llenos de desafíos, el sostenimiento de los mismos se hace más difícil. Es normal ver la recaída en la práctica de un nuevo comportamiento y, debido a esto, el Sostener debe ser considerado para la continuidad de las soluciones. Esta etapa viene a acompañar las recaídas y no busca eliminarlas, ya que hacen parte natural  del cambio, si no a disminuir el tiempo de las recaídas y apoyar para que las personas vuelvan a la práctica de los comportamientos de manera más ágil y rápida. Durante esta etapa, muy ligada al Activar, se cocrean herramientas que apoyarán la práctica continua y constante del comportamiento y que responderán a los desafíos que se presenten durante la marcha. Las actividades del Sostener, movilizan la participación en procesos creativos por parte de las personas dentro del grupo de prioridad y de los líderes de cambio. Esta contribución activa en el desarrollo de las herramientas, genera un mayor empoderamiento para que las comunidades puedan utilizar estos elementos en réplicas futuras y facilitar la movilización de otras personas en los procesos de cambio. Todo el proceso y los resultados de los saberes emergentes, en el desarrollo de las actividades, son documentados para su utilización en las intervenciones. (Ejemplo: procesos de creación de cortometrajes, fotonovelas, radionovelas y videoclips).

Durante el Programa Lazos de Agua, todos los procesos de SABC y la participación activa de las personas que han colaborado en las intervenciones, ha aumentado y fortalecido la práctica de comportamientos fundamentales como: el lavado de manos con agua y jabón en momentos clave, el tratamiento y almacenamiento del agua potable de forma segura en el hogar y el pago de la tarifa del servicio de agua y/o saneamiento que es fundamental para la sostenibilidad de las estructuras gestionadas.3

En los años 70’s, los investigadores estadounidenses John y Beatrice Lacey, realizaron experimentos sociales que dieron como resultado la importancia directa de las emociones sobre los hábitos y conductas de los individuos, demostrando que el corazón envía más información al cerebro que el cerebro al corazón. Vincular el sentir y el saber y el hacer, movilizando a partir del arte social, permite reflexionar sobre el contexto de las comunidades y su mirada sensible de la realidad. Esto ayuda a construir con ellas mejores maneras de movilizar hacia cambios de comportamiento realmente duraderos. 

El Enfoque SABC, que considera el contexto local de manera integral, invita a una reflexión desde diversos ángulos que involucran la cultura, el conocimiento y los sentires locales, para el empoderamiento de los participantes durante las intervenciones. Esas emociones generadas a través del SABC, sientan unas bases sólidas para la apropiación de los proyectos y fortalecen el deseo de mantener los sistemas en el tiempo a través de un trabajo colectivo con los demás actores clave alrededor de ASH. Esto, potencia las oportunidades para la sostenibilidad de las soluciones.

Objetivos

Objetivo General

Demostrar el impacto del Enfoque de Arte Social para el Cambio de Comportamiento (SABC por sus siglas en inglés), de la Fundación One Drop, sobre la sostenibilidad de programas de ASH.

Objetivo 1

Demostrar la fuerza del SABC como dinamizador de procesos y diálogos comunitarios para una práctica participativa.

Objetivo 2

Reconocer el poder del diseño y la implementación de procesos dinámicos y sistémicos del SABC para movilizar las comunidades alrededor de la práctica continua de los comportamientos clave de ASH.

Objetivo 3

Enfatizar sobre el desarrollo de procesos inclusivos del SABC con y por parte de las comunidades donde la integración de saberes (saber ser/saber hacer) se multiplican para la sostenibilidad.

Planteamiento del Problema

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), 28 millones de personas en América Latina y El Caribe no tienen acceso a una fuente de agua mejorada, 83 millones carecen de acceso a instalaciones de saneamiento mejorado, y 15,6 millones defecan al aire libre.4 La falta de soluciones de acceso a ASH, con metodologías más integradoras y adaptadas a las realidades locales, impacta negativamente un sinnúmero de aspectos en las condiciones de vida de las comunidades y del medio ambiente. La presencia de microorganismos y sustancias químicas presentes en el agua de consumo, están relacionadas con la falta de un correcto manejo del agua y del saneamiento, que aumenta los indicadores alrededor de la malnutrición, la diarrea, las intoxicaciones,  entre otras enfermedades, que pueden conllevar a un final fatal. La OPS menciona la muerte de cerca de 7.600 niños menores de 5 años anualmente por diarrea en la región.

Esta crisis de acceso a ASH, se prolonga debido también a la concepción tradicional y desactualizada de las intervenciones en la región y el resto del mundo. En su mayoría, los planes y acciones continúan enfocados en la instalación de infraestructuras y no integran a las comunidades en la reflexión del problema y sus posibles soluciones. Estas metodologías para el diseño e implementación de proyectos no consideran la importancia de un trabajo colaborativo que incluya a todos los actores, directa o indirectamente vinculados a los contextos de las comunidades, lo que no facilita cualquier posibilidad de lograr la sostenibilidad.

En latinoamérica, los desafíos alrededor del acceso a ASH suelen tener elementos adicionales. La corrupción agrega un componente adicional para impedir la sostenibilidad y es normal encontrar infraestructuras abandonadas, que hicieron parte de una agenda política o del cumplimiento de metas en la ejecución de un proyecto nacional o extranjero. Las intervenciones asistencialistas, que no cuentan con un enfoque sistémico en sus soluciones pueden lograr animar las comunidades, pero el interés se pierde cuando no existe una apropiación ni conocimiento para el mantenimiento y administración de las soluciones. 

Las comunidades también requieren el desarrollo de programas con tiempos más orgánicos y acordes a sus realidades. La tendencia a mostrar resultados inmediatos, por parte de los interventores, deja vacíos que incrementan las brechas para la apropiación de las soluciones. La falta de comunicación, de diálogos incluyentes, asertivos y efectivos, la indiferencia y el ausentismo, aumentan las distancias entre los diversos actores que deberían cocrear propuestas juntos. 

Otro elemento clave que tiende a no ser considerado, es el espacio necesario para entender las diferencias y particularidades culturales. La gestión tradicional de soluciones de acceso a ASH se queda corta en la comprensión de las necesidades, desde una mirada integral que reconoce las dinámicas socioculturales propias de los territorios. Y esto, es más importante aún cuando las intervenciones se desarrollan en regiones en las que conviven comunidades distintas (indígenas, afros y mestizos, por ejemplo), ya que las propuestas deben considerar tradiciones y visiones distintas, para reducir posibles barreras en la puesta en marcha de las soluciones.

Solución

El Programa Lazos de Agua, a través del Modelo A·B·C para la Sostenibilidad, desarrolla proyectos de acceso a ASH que siguen un diagnóstico y diseño con perfil sistémico. Esto permite establecer los factores determinantes para crear un entorno favorable para el logro de la sostenibilidad de los proyectos. Esta investigación formativa, busca también descubrir elementos decisivos de los grupos de prioridad, de los determinantes a los comportamientos, de los influenciadores y/o aliados y de los grupos de artistas que existen en las regiones. En la misma línea, el Programa valida las relaciones actuales o posibles que existen entre ellos, partiendo de una visión cocreadora en la que todos aportan al mejoramiento.

Este modelo sistémico, cuenta también con el Enfoque SABC, que abre con las comunidades espacios de sensibilización -inspirar- para evocar emociones y derribar barreras racionales. Una vez se abren estas plataformas para la reflexión y el diálogo alrededor de los desafíos y de los comportamientos clave, se inicia el proceso de movilización -activar-, para que los participantes asuman responsabilidades y roles y tomen acción. Finalmente, a través de la cocreación con la comunidad, se desarrollan herramientas de arte social -sostener-, que permiten la continuidad de los comportamientos adoptados y su recaída en el tiempo.  Los tres momentos se integran a los componentes del Modelo A·B·C (a de acceso, B de cambio de comportamiento y C de capital) redefiniendo roles, reconociendo actores, moldeando alianzas y respetando la cultura local para llegar a un entorno favorable para el empoderamiento y la sostenibilidad de las soluciones. Durante el desarrollo del Proyecto Quiché en Guatemala, el Programa trabajó todo el desarrollo de las diferentes piezas de arte social, como obras de teatro, cortometrajes y teatros-foro, en la lengua local (Quiché) abordando los 3 comportamientos clave del proyecto: lavado de manos con agua corrida y jabón en los momentos clave, pago de la tarifa del servicio de agua y construcción un sanitario en el hogar. Esto ha permitido la continuidad del proyecto con más de 80 réplicas, realizadas por Líderes de Cambio locales, a más de 5500 personas. Estas réplicas continúan promoviendo la adopción de los comportamientos. 

Para movilizar las comunidades hacia acciones clave alrededor de la práctica continua y constante de comportamientos relacionados a ASH y mejorar su calidad de vida, es fundamental integrar a hombres y mujeres de diversas edades que tienen la capacidad de movilizar sus comunidades a lo largo del proceso. Estas personas, identificadas como Líderes de Cambio de su comunidad y que reconocen rápidamente durante las primeras intervenciones de los proyectos, son invitadas a involucrarse en la etapa de Activar y son capacitadas durante el desarrollo del Programa. Para apoyar sus conocimientos y herramientas, los Líderes de Cambio participan en diversas actividades para consolidarse como elementos dinamizadores de todos los niveles socio ecológicos de los proyectos. La participación de los líderes de Cambio no solo toca las actividades del Componente B (Arte Social para el Cambio de Comportamiento) sino que también colabora, integra y moviliza procesos alrededor del Componente A (acceso y mantenimiento de las infraestructuras) y del Componente C (Capital). Esto permite que las intervenciones, de la mano de los Líderes de Cambio, generen un impacto en las esferas individual, interpersonal y comunitaria a otro nivel para asegurar la sostenibilidad. 

El SABC como dinamizador de los procesos de interacción con las comunidades y demás actores, se nutre de los espacios de encuentro de personas de diversos sectores y de la inteligencia colectiva que surge de esa integración. Es así como la comprensión de las necesidades locales se fortalece, brindando puntos de vista distintos, que antes no compartían un mismo espacio, para construir propuestas y soluciones con un objetivo común. Es la participación de estos actores, desde el diseño de las soluciones, lo que permite involucrar a todas las personas e instituciones y a todo nivel, para que reconozcan su rol clave en el proceso y sostenimiento del cambio. La participación activa y el protagonismo de todos los participantes, permite la identificación de los compromisos individuales y colectivos para el empoderamiento y apropiación de los sistemas. 

Uno de los espacios que permite iniciar el movimiento a la participación e integración de cada uno de los actores, al interior de las intervenciones de SABC, es el Teatro-Foro. Luego de las obras de teatro que llevan a la reflexión sobre roles y comportamientos, los participantes tienen la posibilidad de compartir ideas y comentarios alrededor de los diferentes elementos clave del comportamiento. Esta herramienta ha permitido la participación activa de las comunidades de las comunidades, integrando incluso actores externos (empresas privadas, entidades públicas y gubernamentales), para llegar al reconocimiento común de la situación y a la identificación de soluciones conjuntas, alrededor de los desafíos particulares de cada comunidad y territorio. El Foro se ha posicionado como una excelente herramienta para pasar de una comunidad pasiva a una comunidad que se moviliza. El arte social conecta las emociones y abre la puerta a la participación. Permitir que las comunidades pasen de ser espectadoras a ser protagonistas, facilita su movimiento de una fase de sensibilización a una fase de toma de acción. 

Luego de 6 años de implementación del Enfoque SABC, más de 270.000 personas han participado de las actividades de arte social en el marco del Programa. El equipo de expertos de los diferentes componentes del Modelo A·B·C, reconocen este enfoque como el motor de una estrategia para el logro de la sostenibilidad que permite construir los pilares, con la comunidad, para la continuidad de las soluciones. 

Con acciones que nacen de la inteligencia colectiva e inspiradas por los comportamientos desde el Componente B, el SABC unifica las intervenciones y las alinea al Modelo A·B·C sistémico, impactando positivamente las capacidades instaladas en términos de infraestructura, así como en habilidades técnicas y humanas para la administración, mantenimiento y futuros desafíos que las comunidades deberán enfrentar en relación a sus sistemas de acceso a ASH.

Resultados, Logros & Impacto

“Recuerdo cuando llegó Roberto con su equipo y nos enseñaron a hacer títeres. Recuerdo que hicimos un teatro con los títeres para dar una enseñanza sobre el pago de tarifas, fue un momento que a mí me inspiró mucho porque es una experiencia que no había tenido antes, y a través de eso aprendí también que todos tenemos que ser responsables en el pago.”  -Participante del proyecto Y Kuaa, Paraguay.

El enfoque del SABC invita a los actores del proceso a pensar, aprender y actuar más allá de lo establecido. Por medio del arte social se logra conectar y movilizar a las personas y las comunidades, superando así las dificultades propias del desarrollo, a la vez que se avanza en las metas de cambio previstas para el mejoramiento y mantenimiento de los programas. La creatividad -expresada en teatro, canciones, murales, títeres, videos- vinculada al empoderamiento, permite reescribir la realidad a través de medios artísticos.

  • Más de 270.000 personas en 270 comunidades, en su mayoría rurales, participaron en actividades de SABC en 5 países de América Latina, durante la implementación del Programa Lazos de Agua entre el 2016 y 2022, y cuentan también con nuevas o mejores soluciones de acceso a agua y saneamiento en sus hogares.  

"En los diversos proyectos en los que colabora Lazos de Agua, tenemos la oportunidad de ser testigos de experiencias muy humanas y sinceras. Los encuentros, esos momentos en los que las personas se sientan juntas a vivir la experiencia, permitiendo, por ejemplo, a mujeres participantes de un taller de títeres en México, hablar de sus sueños de madres, de sus sueños de mujeres, son mágicos. Las personas se involucran en la creación artística proponiendo soluciones a los problemas de su comunidad. Este proceso revela la gran capacidad creativa que genera el espacio respetuoso del diálogo y del arte. Pasamos de la sensibilización a la movilización!".

-Isabelle Viens, experta en Arte Social para el Cambio de Comportamiento para Lazos de Agua de la Fundación One Drop.5

  • El Programa Lazos de Agua mantuvo un foco constante en el empoderamiento de las mujeres y niñas en todas las intervenciones de SABC, como aporte para Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas (Objetivos para el Desarrollo Sostenible #5 de la Agenda 2030). En Colombia, el Programa logró consolidar con la Fundación Plan, su socio de ejecución en el país, un marco metodológico para proyectos de ASH con enfoque transformador de género, que permite el diseño e implementación de programas pensados desde la inclusión, la equidad y la igualdad.

Las experiencias vividas por el Programa, soportadas por dinámicas de inteligencia colectiva, en México, Guatemala, Nicaragua, Colombia y Paraguay, permitieron la cocreación de cientos piezas artísticas replicables (murales, canciones, libros, revistas, teatro, títeres, videos y cortometrajes), disponibles en el sitio web del Programa para movilizar y conectar personas, comunidades e instituciones en América Latina.  Esto ha permitido el mejoramiento de la calidad de vida de más de 200,000 personas en la región, con soluciones en torno al Agua, Saneamiento e Higiene (ASH).    

“Lo que me hace sentir orgullosa de haber participado en el proceso de capacitación es que puedo compartir las experiencias adquiridas con mi familia y otras familias de la comunidad. Además, he logrado compartir con otro Comité del municipio ya que muchas veces no conocemos la experiencia de los otros CAPS del municipio”. 

-Migdalia Rodríguez, lideresa de cambio y presidenta del CAPS de su comunidad en Waslala, Nicaragua.

La participación de las mujeres en los procesos ha sido fundamental en el logro de los objetivos, facilitando espacios donde ellas reconocen sus habilidades y su empoderamiento, y se descubren o redescubren, a través de los procesos del Modelo A·B·C y el Enfoque SABC. En Waslala, Nicaragua, Migdalia Rodríguez de 60 años, madre de seis hijos y activa participante de su iglesia, es actualmente presidenta del Comité de Agua Potable y Saneamiento -CAPS-, además de realizar actividades domésticas y agropecuarias, trabaja en el comité desde que fue elegida por los pobladores durante la asamblea comunitaria. Asumir una responsabilidad como ésta no es fácil para las mujeres, en comunidades donde han sido los hombres quienes tradicionalmente asumen cargos de poder y toman las decisiones.

  • El Programa Lazos de Agua, a través de las intervenciones de SABC, permitió movilizar la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones y en cargos administrativos. Durante el Programa se capacitaron mujeres y hombres en temas de administración y mantenimiento de sistemas, pertenecientes a 311 Comités de Agua Potable y Saneamiento, de una meta inicial total de 293.

“Mi aporte es el ánimo y la fuerza para mi comunidad. Ahora mucha gente dice 'la juventud está perdida' y no es cierto, los jóvenes somos el cambio.” 

-María Monserrat, joven Líder del Cambio Proyecto Y Kuaa, Paraguay.

El diseño de una estrategia para involucrar a los jóvenes como actores principales de los procesos y facilitar su movilización alrededor de ASH, fue parte del SABC en todos proyectos en América Latina. Ellos y ellas tuvieron un rol muy importante en la etapa de Activar para reflexionar sobre su potente papel en la comunidad como líderes del cambio y protagonistas, presentes y futuros, para el sostenimiento de las soluciones.

  • Lazos de Agua realizó en los 5 países del Programa, la formación de cientos de líderes de cambio, hombres y mujeres de todas las edades, que continúan las réplicas (actividades en las que ellos y ellas son los guías) para la transferencia de conocimientos a sus comunidades, haciendo uso de las herramientas de Arte Social para el Cambio de Comportamiento, creadas por ellos mismos durantes las intervenciones del Programa.  

“Creo que aprendimos que no hay una sola manera de hacer las cosas. El arte social representa una herramienta muy interesante distinta a lo tradicional y creo que la recepción en las comunidades ha sido muy alta. Esto es algo muy relevante que hemos aprendido durante estos años de implementación”. 

-Juan Gabriel Segovia, Director de gestión social de la comisión estatal del agua de Guanajuato (CEAG) - Socio gubernamental Lazos de Agua en México.

Reconocer el aporte de los socios gubernamentales y su participación en dinámicas del SABC, como en el caso de los docentes de las Secretarías de Educación en Paraguay y México, permite la consolidación de estrategias de fortalecimiento de la cadena de valor local de agua, saneamiento e higiene, y el fortalecimiento de programas estatales de atención social a través de la integración sistémica, para incrementar la sostenibilidad de las intervenciones.

  • Luego de las experiencias de colaboración multisectorial y participación colectiva con las comunidades y demás actores locales, El Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (SENASA) en Paraguay y la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato (CEAG) en México, reconocen e integran prácticas de SABC dentro de su propios procesos institucionales.

La experiencia de Lazos de Agua se nutre con el aporte de artistas y grupos artísticos de las localidades, siendo ellos la esencia de la formación SABC y de la construcción de nuevas miradas sobre las relaciones comunitarias y el acceso a ASH.

  • Más de 70 artistas locales participaron durante las intervenciones del Programa en América Latina. Ellos y ellas cocrearon piezas adaptadas a la cultura y tradiciones de las comunidades, que continuarán apoyando el desarrollo de ecosistemas de ASH en otras comunidades con instituciones públicas o privadas, como el SENASA y la CEAG. Los artistas forman parte también de encuentros (comunidad de práctica) de SABC, creados en el marco del Programa y que reúnen a todas y todos los artistas de los diferentes países para compartir experiencias, apoyarse y animar los procesos.

Durante el desarrollo de las intervenciones, fue creado un curso gratuito sobre el Arte Social para el Cambio de Comportamiento, inspirado en las intervenciones del Programa Lazos de Agua. Este curso en línea, fue impulsado por la Fundación One Drop y presentado por la WASH Systems Academy, y fue posible gracias a una inversión de la Fundación RBC, el Programa Lazos de Agua, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Programa de Reducción de la Pobreza del Fondo Especial Japonés.

Lecciones Aprendidas 

  • La utilización del Enfoque de SABC en los programas de ASH, permite la creación de herramientas y  estrategias colectivas  que se fortalecen y brillan dando más importancia al proceso que a los resultados. Un diseño colectivo de metas y objetivos comunes, que pone las personas en el centro de las soluciones, permite una apropiación más orgánica y consciente de los recursos naturales, humanos, tecnológicos y económicos, favoreciendo la sostenibilidad con la movilización activa de las comunidades. 
  • El monitoreo permanente de las intervenciones facilita una evaluación constante del impacto de los proyectos, sus fortalezas y debilidades, permitiendo tomar decisiones cada vez más acertadas según la información y los datos recopilados.
  • Todos los miembros del equipo implementador, sin importar su rol, deben conocer el Enfoque SABC y el Modelo A·B·C para la Sostenibilidad, y apropiarse de ambos, para una mejor integración y uso de herramientas de diseño, creación y mantenimiento de los proyectos en el tiempo. 
  • El diagnóstico (Formative Research) y diseño (Designing for Behavior Change) de los proyectos, deben abordarse de manera integral y en línea con el Modelo A·B·C para la Sostenibilidad para asegurar el desarrollo de intervenciones con un enfoque sistémico.

Para diciembre de 2022, el Programa Lazos de Agua habrá facilitado el acceso sostenible a servicios de agua y/o saneamiento e higiene y fomentado el cambio de comportamiento a través de intervenciones de arte social para más de 200 000 personas en Colombia, Guatemala, México, Nicaragua y Paraguay.  


1. https://www.paho.org/es/temas/agua-saneamiento

2. https://www.cepal.org/es/notas/rol-la-cepal-acceso-universal-servicios-instalaciones-agua-potable-saneamiento-higiene-0

3. https://www.onedrop.org/en/visionary-approach/

4. https://www.paho.org/es/temas/agua-saneamiento

5. https://www.lazosdeagua.org/es/nuestro-modelo-y-enfoque/

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